Otra tarde perdida frente al ordenador.Manolo piensa que por muy feo que sea, algún día alguna le hará caso.
Esta inscrito en mas de 10 páginas de contactos,y no tiene ningún éxito.
Pero él no se desanima.Tiene un gran sentido del humor.
De poco le sirve para ligar,y es que,eso no lo ven en las foto que pone.
En las foto solo se ven su enorme papada,su nariz de cerdo y sus 110 kilos.
Mientras lee una revista,suena un "piticlim",tiene un nuevo correo.
A ver que nueva tontería me manda Fernando,piensa.
Abre el correo,un mensaje de "encuentramor.com".
Lo abre,y aparece la foto de una diosa.
Además,la diosa,quiere conocerlo.
"Hola.Me gustó tu descripción, agrégame y nos conocemos mejor."
Más nervioso que el día en el que de pequeño jugando a "beso,verdad o atrevimiento.",le tocó "beso"con Pilar,agregó a la diosa.
Ella estaba conectada,y no tardó en escribirle.
-¡Hola!,¿como te llamas?,yo soy Patri.
-Hola,Manolo.
-Es mi nombre.
Se sintió muy estúpido.
-Mmmmm,me gusta,¿te puedo llamar Lolo?
-Si
Continuaron hablando durante dos horas hasta que ella se despidió.Nunca Lolo se había sentido tan bien.
Tras muchos días de conversaciones,quedaron.
Él la esperaba hecho un manojo de nervios,y cuando por fín apareció,se lo demostró.
Casi temblaba y no podía hablar sin tartamudear.
-Que monooooooooooooooo,dijo ella y le dio dos besos.
Le gustaba como ella le trataba y no tardó en sentirse cómodo.
Quedaban casi todos los días,y llegó un día en que ella le invito a su casa.
Cenaron,bebieron vino y al poco estaban en la cama.
Al poco el estaba atado en ella,al poco una congregación de treinta personas le rodeaban,al poco los treinta cuchillos de las treinta personas se estaban clavando en su cuerpo.Al poco,las treinta personas disfrutaban del sabor de su sangre.
Una nueva víctima había sido ofrecida a Belcebú.
Lolo despertó gritando en su cama.
Menuda pesadilla.
Desde el ordenador sonó un "piticlim".
Abrió el correo.La ninfa más perfecta y deseable que mente masculina hubiera concebido jamas,le decía:"Me gusta tu perfil,agrégame y hablamos".
Joder.
Un Relato de: Sir. PETER VAM PUS