Mi vida es un pequeño torbellino dentro de un bonito coche rojo. Nunca consigo descansar, nunca consigo acostarme pronto, nunca consigo levantarme tarde. Mi ritmo vital ha mutado y yo con él. Atrás han quedado los días de amanecer rozando el medio día y las eternas noches de bar en bar. ¿Quién le dice ahora a mi subconsciente que se ponga en modo pause durante unos meses?.

Lo confieso. Sufro el síndrome Madonna, también conocido entre nosotros como síndrome Olvido Gara. Si enumero la cantidad de cosas que soy capaz de hacer durante un día podría llenar perfectamente una hoja en blanco, sin embargo, pienso que no hago absolutamente nada, que pierdo el tiempo, que se me escapan las horas. Tic, tac, tic, tac, we only have 4 minutes to save the world...

Tengo pendientes dos nuevas entrevistas para el blog, alguna colaboración externa en proyecto, crearle un myspace a mi representanda (confusion's management), hacerme con la versión que Fangoria ha hecho de Flash, buscar nuevos conciertos, escribir nuevas historias, editar un modesto fanzine (buscar un diseñador que me ayude), planear una escapada, tomar miles de cafés pendientes, y.... ah! trabajar para vivir.

Mientras pienso y me estreso, bailo al ritmo de Fangoria. Ayer sólo faltó la Disneylandia del amor (donde la cama es rosa). Sigo pensando que necesitamos una Factory a lo Warhol para reunirnos sin parar.