Me gusta andar por la calle como si no pasara nada. Como si no tuviera prisa, como si el tiempo no existiera. Caminar poco a poco, mirando fijamente a los ojos de la gente. Observar las reacciones, apartar la mirada, mantenerla fija, intentar adivinar qué pasa por la mente de las personas.

No pierdo detalle ni movimiento, no me escondo tras unas gafas de sol desde hace más de un año y no soporto a la gente demasiado ruidosa. Sueño con vivir en una ciudad ordenada y limpia, educada y culta. Sueño con encontrarme con Jean Shrimpton por la calle y que me mire con sus enormes ojos.

Por otra parte, he visto Wall·e y me he emocionado. Prácticamente no tiene diálogo, ni falta que hace.