De pequeño mi padre siempre me decía que las cosas se podían hacer de dos formas, bien o mal. A partir de ahí, la decisión es de cada uno. Y esto se puede aplicar a todas las facetas de la vida.

Las rutinarias tareas del hogar también se pueden hacer de dos formas. Todos tendemos a hacerlas mal, sin ganas, de mal humor y en chandal. Pero siempre cabe la posibilidad de transformar la rutina en glamurosa diversión. Esto pretende enseñarnos Steven Meisel.

En Glamorama podemos ver como estupendas modelos, perfectamente maquilladas y con vestidos de alta costura se enfrentan a una tarea tan rudimentaria como hacer la colada. Para ellas todo es una experiencia nueva, aprovechan cada instante y sacan partido a sus habilidades. Resulta cómico e impensable, pero deberíamos darles una oportunidad!

Por si no se nota, me encanta Steven Meisel.