La llegada del calor primaveral, la caida en picado de las ganas de trabajar, el aumento exponencial de las actividades al aire libre, los antojos de comer fuera, todo me indica que las vacaciones pascueras han llegado más fuertes que nunca.

Hoy, más que cualquier otro día, me veo en un apartamentito en la costa francesa. Sin hacer nada más que vivir, entre risas y divertidas películas. Un bon vivant en toda regla. Todos los demás planes me resultan aburridísimos...

Fotos extraidas del Calendario Pirelli de 1969, realizadas por Harry Peccinotti. Más calendarios aquí.