Ya me he declarado en más de una ocasión gran fan de François Ozon. Sin embargo, cada nueva película que descubro me vuelve a dejar impresionado. Hace unas semanas tuve la ocasión de regalar Swimming pool y esta tarde he tenido el placer de poder verla.

Charlotte Rampling es Sarah, una escritora de novelas de detectives que se encuentra absolutamente perdida, tanto en su inspiración como en su vida. En un intento de encontrar nuevas direcciones, acepta la oferta de su editor (y algo más) de pasar una temporada en una casita francesa que él posee. Sin embargo, a los pocos días de llegar a la casa, aparece Julie, la hija del editor (Ludivine Sagnier) y rompe todos los esquemas de la escritora.

Charlotte Rampling está, una vez más, increible. Controla toda la escena. Cautiva desde el primer plano en el metro. En muchas ocasiones, y aunque no tenga nada que ver, me ha recordado a la estupenda interpretación de Marisa Paredes en La flor de mi secreto. ¿Será porque también la he visto hace poco?.

Como contrapunto a Charlotte, está Ludivine. Yo la recordaba como la niña de 8 femmes y claro, me he quedado más que impresionado. Como ha crecido la niña, y que camaleónica!! Casi ni la reconozco...

Me quedo, como siempre, con unos frames y la recomiendo pero ya!!